Cuentos extraños. Сказки на испанском

Al ver que de su nuevo hallazgo pend?a una cadena, Andrе decidiо colgаrselo al cuello, y en cuanto el metal tocо su piel, el brillante cielo cambiо a crep?sculo, y una voz femenina suave sonо a espaldas de Andrе:

– Por fin, alguien ha encontrado el primer amuleto, el medallоn de la soledad- yi ?.

– ?Quе quieres decir? – preguntо Andrе, volviеndose para ver a la due?a de la misteriosa voz.

– Te has convertido en el guardiаn del poder del primer amuleto. Es decir, del s?mbolo de la soledad-yi.

Y ahora tienes el principio de todo sobre tus hombros. – dijo la mujer de negro, que cambiaba constantemente de forma, y emit?a oscuridad.

– ?Y si no quiero ser guardiаn? – preguntо Andrе un poco escеptico.

– Si te quitas el amuleto, desaparecerаs. Su poder te convertirа en polvo.

– Vale, ?y quе poder tiene? – siguiо preguntando Andrе incrеdulo.

– Puedes dar comienzo a todo lo que desees.

– ?Y t? quiеn eres?

– Me llamo Crep?sculo-Xi ?. Soy la guardiana del amuleto “Crep?sculo”.

Sоlo gracias a m? el d?a se convierte en noche. Me aseguro de que la noche llegue a la Tierra, lo que enfr?a nuestro planeta y evita que se sobrecaliente.

– ?Quе debo hacer exactamente? ?Cоmo se supone que debo guardar el amuleto?

– Los guardianes deben unirse entre s? para vigilar las fuerzas de la Tierra. Y el guardiаn de la soledad-yi ? debe unirse con el guardiаn del crep?sculo-xi ?.-dijo la misteriosa mujer, con calma y con una voz ligeramente hipnotizadora.

– Bien.

Y si nos unimos, ?quе poder podremos controlar?

– Oh, querido. Nuestra alianza serа responsable de la fuerza mаs importante de la Tierra, que no tiene amo desde hace mucho tiempo. El mal sin control trae todo tipo de desgracias. Si t? – Yi, el guardiаn del principio ? te unes conmigo, con Crep?sculo-Xi ?, podemos controlar todo el mal ? en nuestro planeta.

– No. No quiero hacer eso.

– Ese es tu destino. Debes hacerlo. De lo contrario, el Mal- D?i ? sin amo, entrarа en todos los hogares y esclavizarа a nuestro mundo sin control.

– Pero, esa es una gran responsabilidad.

– No te preocupes, yo te ense?arе todo. Dame la mano. – Dijo persuasivamente la mujer del vestido negro extendiendo la mano.

Andrе cediо a sus palabras y le tendiо la mano a Crep?sculo-Xi ?. En ese momento, un rayo de luna lo cegо, y no se dio cuenta cоmo alrededor de su cuello se cernieron grilletes, que lo encadenaban a la mano de la mujer.